27 junio 2006

Libro Poemas de Amor Clandestino (inedito)


I
Eres aquella tormenta
donde flota el madero.
El extremo
donde una luz se asoma
temblorosa.
Ay de mi!
que palidezco acorralado
en la dermis de tus dedos.
Y también la amo
a ella.
Sin embargo
te aferras a mi piel.
Aunque trato
de convertirme en roca
tus labios
caen en cada grieta
y trato de no amarte,
pero te amo.
Te sueño
en las paradas del semáforo.
Te cruzas
en las palabras de la pantalla
Espero tus correos en el outlook
Acudo al auricular
y no eres tu
es el agente del banco cobrando
la última comisión de la tarjeta.
A veces recorro
la galaxia
y descubro que me espías.
Te insinúas
desde la orilla de
otra playa
mientras yo
contemplo ponerse
el sol
entre tus labios.

IV
Todos los refugios
no detienen
las bombas
Los meteoros
cabalgan
a la deriva
y los cometas
sin rumbo
oscurecen
en medio del
firmamento.
Ya los Pehuenches
sin tierra
pierden sus raíces
y los piñones
se desgranan
por el caudal.
¿En que aguas
navegas tu?
Pequeña
inmensidad de luz.
No encuentro
lazos y me tragas
como un agujero negro.
Arrastras
las galaxias en un
suspiro de eternidad.
Ya no hay
refugios en la historia.
Hoy las fronteras
escupen fuego
Decretos,
Leyes, maquinaciones.
Los Pehuenches
en pie de guerra.
Los huicas en pie de guerra.
Mientras millones
conectados en red navegan
exploran virtualidades,
yo, clandestinamente te envío
versos de amor.


XII
Algún día
buscaras mis pasos
y ya no estaré.
Otras galaxias
rondarán
el mundo.
Las playas
habrán volado
y el agua
cubrirá
los nombres
dibujados.
Tú andabas
en busca
de que te ame
cada uno
busca
que lo amen.
Yo solo buscaba
que tu me amaras.
Entre versos y
versos siempre
habrá alguien
amándonos.
Estará quien
te ame
en medio
como una
metáfora.
Y habré
llorado
por tu ausencia
y habré
llorado
por nuestro
reencuentro.
Ella no estará más
pero tu estarás
a mi lado siempre
Habremos
sobrevivido.
por que nuestra historia
tiene cargas
de bombas
y batallas.
De ternura
y rabia.

XVI
Los arboles
traen marcas.
Cada corteza lleva
un signo.
Había que
seguir
aquel designio.
Siempre espero
al termino
del camino.
La luna
copulaba en los cerros
pero no era
su brillo,
eran aquellos
ojos tuyos,
los que me persiguen,
esos que mueren
plateados sobre la yerba.
Maikovski quiso
crucificarse
abrió sus brazos
sobre un planeta,
una tormenta
de cometas y rayos
atravesó su pecho.
Ahí espero
sentado sobre
un banco de la plaza
y tus ojos
se me escapan.
o no apareces
bajo aquel brillo,
entonces
los rayos
y los cometas
destrozan
en pedazos
las alas
de mis poemas
y ruedo
como los cardos
al silencio eterno.


XIX

¿ Donde
viajas?
¿ Qué luz
pisan
tus sombras?
Viene
algunas
nostalgias
enmarañadas
en tu equipaje.
¿ Hay en tus
labios
sabor
de mi boca?
Son interrogantes
sobre las hojas.
Es mi cuerpo
sin tus sombras.
Ahora
transito
desnudo.
Recuerdo
el roce
tenue,
tus pechos
escondidos
amamantando.
Nunca
fuimos
amante
sin embargo
siempre
supe
que me amabas
a mi
la mirada
me delataba.
Ibas
con pancartas
contra Ralco
y las transnacionales.
Ambos
dimos
nuestra cuota
por esta democracia.
Ambos
perdimos,
se inundan
las nostalgias
como el sistema
inundo
las esperanzas.
Hoy la nieve
oculta bajo
dos metros
los rehues.
Hoy estamos
lejos
pero ambos
sabemos
que lo único
que perdura
es ese escondido
amor
bajo el invierno
de Ralco.

No hay comentarios.:

Que pasa en Latinoamerica.

Basta de creer tanta mentira, que la izquierda corrupta, que Lula, que Maduro, que la sra. K hasta cuando se maman lo que dicen los medios...